jueves, 1 de diciembre de 2016

“Adornarnos interiormente”

1 de diciembre de 2016, San Francisquito, Qro.

La Voz del Párroco, Boletín Parroquial Missio, n.7

Los saludo deseando a todos, paz en su vida y en sus hogares.

En este mes de diciembre hemos iniciado el nuevo año litúrgico, con la celebración del primer domingo de adviento, tiempo de gracia y preparación para dar posada a Nuestro Señor Jesucristo en la Navidad.

Les invito a vivir plenamente el Espíritu del Adviento y de la próxima Navidad.
Es tiempo de crecer en familia, promoviendo la unidad, la paz, la fe. Hay que adornar no sólo externamente, eso es un signo que al final no es lo más importante; sobre todo debemos pensar como habremos de adornarnos interiormente.

Hay que estar atentos a no caer en el consumismo y la moda comercial; es tiempo de saber ahorrar e invertir más en los valores, de no caer en lo superficial. Hoy nos venden Navidad como un producto, vemos los aparadores llenos de artículos y publicidad navideña, que de ninguna forma es lo más importante.

Debemos adornar nuestro corazón como el pesebre: humilde y lleno de amor. No podemos ni debemos dejarnos atrapar por el materialismo. Es tiempo de prepararnos como familia para recibir a Jesús en nuestros hogares. ¡Feliz Navidad!

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Párroco Divina Pastora

Voz del Párroco

martes, 1 de noviembre de 2016

“Con los pies en la tierra y la mirada en el cielo”

1 de noviembre de 2016, San Francisquito, Qro.

La Voz del Párroco, Boletín Parroquial Missio, n.6


La celebración de todos santos y fieles difuntos, nos recuerda la comunión que tenemos que tener con los santos y de la importancia de la oración por todos los que ya murieron. Muchas veces, aunque tengamos presentes estas dos celebraciones, parecieran muy lejanas; por una parte pedimos la intercesión de los santos, nos encomendamos a ellos, les tenemos cariño y devoción, pero nos olvidamos de cómo ellos alcanzaron la santidad y de cómo cada uno de nosotros está llamado también a ser santo. Nos parece una realidad muy lejana y hasta exclusiva de los sacerdotes y religiosos (as) pero es un llamado a todo bautizado.

He tenido la oportunidad de estar presente en la canonización de San José Sánchez del Río, un adolescente de 14 años que murió por su fe, por Cristo, por su Iglesia sin ningún titubeo, durante la persecución religiosa en México, llegando a confesar a su madre para que lo dejara alistarse a la causa “mamá, nunca había sido tan fácil ganarse el cielo como ahora, y no quiero perder la ocasión”. Es un hermoso ejemplo de quién tiene presente el cielo en su vida. Que toda nuestra vida sea un continuo mirar al cielo de la mano de los santos que, además de interceder, sobre todo nos dan ejemplo de gran santidad, que sí es alcanzable para todos.

Por otra parte, respecto de los fieles difuntos, ciertamente pedimos por ellos, pero no nos gusta pensar en la muerte, le rehuimos, es más, ni mencionarla, cuando es una realidad que todos tendremos que “vivir”; claro que quien no tiene esperanza en el cielo, como los santos, ni para que acordarse; y para quien sí, prefiere evadirla, no pensarla; pero yo creo que quienes creemos en la resurrección, aún cuando estamos demasiado arraigados a este mundo terrenal, tenemos que prepararnos para un bien morir en Cristo; quien vive con Él, muere con Él y resucita con Él. 

Que estas celebraciones nos ayuden a un mejor vivir, siempre con los pies en el la tierra pero con la mirada en el cielo.

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Párroco Divina Pastora

Voz del Párroco

viernes, 21 de octubre de 2016

El impacto positivo de la educación religiosa en el desarrollo de la personalidad

PONENCIA
CONGRESO
FAMILIA Y ESCUELA: LA CLAVE DE LA EDUCACIÓN EN VALORES
21 al 22 de octubre de 2016
Zagreb, Croacia
Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Asesor Mundial de la ICCFM
Introducción
Para considerar el impacto positivo de la educación religiosa en el desarrollo de la personalidad, primeramente hay que decir, que un elemento constitutivo del ser mismo de la persona es su conciencia de la trascendencia, hay una referencia que va mas allá de lo inmanente ante las preguntas mas sustanciales sobre la vida: quiénes somos, a dónde vamos, de dónde venimos, que sentido tiene la vida y la muerte, etc.
Esta visión de lo trascendente nos ubica en el aspecto religioso, entendiendo la religión como “religare”, es decir, ese vínculo del hombre con lo Trascendente en su doble movimiento vertical: ascendente y descendente: hombre-Dios – Dios-hombre; y horizontal: hombre-Dios-hombre. Por eso no se puede evitar una educación religiosa, pues esta no solo ayuda, sino que es parte esencial del desarrollo de la personalidad, pues es algo inherente a la persona misma, en cuanto a su madurez y crecimiento; de faltar, se corre el riesgo de caer en los extremos: podemos ir de la mundanización y secularismo, que sustrae toda cuestión religiosa (lleva al ateismo) al punto de pretender ser “dioses”, hasta el fanatismo, que llega a deshumanizarnos sustrayendo nuestra humanidad misma.
En segundo lugar hablar de la personalidad recordemos que es la progresiva manifestación de las características de la persona, que le permiten su desarrollo gracias a los diversos factores: sociales, psicológicos y morales; de ahí la importancia de la educación en todos los niveles y por supuesto la educación religiosa, que supone una visión integral de la persona, ante todo que reafirme el valor de la persona y contribuya en el desarrollo de su potencial humano a nivel cognitivo, afectivo, social, profesional, ético y espiritual.
Entendiendo esto la educación religiosa no es opcional sino fundamental en el desarrollo de la misma persona y de su personalidad.
Aclarando esto, nos preguntamos ¿cuál es el impacto positivo de la educación religiosa en el desarrollo de la personalidad?.  Sin mayor pretensión  y solo con la intención de provocar la reflexión quiero responder a la pregunta presentando 10 ideas generales:
  1. Sentido de Trascendencia.
Este sentido de trascendencia nos hace percatarnos de que no somos omnipotentes, no somos “dioses” llenos de soberbia; es un reconocimiento humilde de nuestra condición terrenal que nos mueve a buscar respuestas mas allá de nosotros mismos; además, el deseo de plenitud, nos mueve a levantar la mirada hacia el cielo, pero sin dejar de poner los pies sobre la tierra. Esto nos hace ser religiosos: con sed de trascendencia, que se ve saciada con la “revelación” en es movimiento doble: vertical donde se da lo ascendente cuando el hombre busca a Dios y descendente cuando Dios sale primeramente al encuentro del hombre “revelándose”; es la vivencia de la Teofanía y epifanía; y horizontal, pues no vamos solo, caminamos con el otro, el hermano, el prójimo.
  1. Sentido de la vida.
El filósofo Aristóteles dijo que el hombre es como una flecha lanzada al aire: no sabe de donde viene ni a dónde va. La persona religiosa si conoce la respuesta sobre el sentido de la vida y de la existencia; este es el mayor impacto de la educación religiosa sobre todo ante la realidad de tantas personas viven en la incertidumbre y en el sin sentido de la vida.
  1. Nos da identidad.
La visión equivocada  que afirma  que “la persona vale no por lo que es, sino por lo que tiene”, ha llevado al deterioro de la propia identidad de tantas personas, que  se ven impulsadas a seguir estereotipos maquillados de personalidades ficticias por el materialismo. Una auténtica educación religiosa enseña la grandeza de la persona, como ser único e irrepetible, con un valor y dignidad absoluta.
  1. Nos lleva al encuentro del otro: alteridad.
Ante el individualismo, que nos encierra en nosotros mismos, y nos hace incapaces de ver al otro, el impacto de la educación religiosa nos lleva a descubrir nuestra alteridad, somos con el “otro”, no somos islas; si que poseemos una individualidad, pero que se ve enriquecida con el otro, es el sentido de “prójimo”; nos capacita a salir al encuentro del otro con generosidad y apertura,  forma en la solidaridad y sobre todo en el compromiso social; en el cuidado de la “casa común”.
  1. Nos da madurez.
La falta de madurez es causa de inestabilidad y frustración en la vida. La madurez humana nos ayuda a integrar todo nuestro ser, es lograr la coherencia entre lo que se es y lo que se profesa. Es un proceso en el que se cultivan los valores y las virtudes.
La madurez ayuda a integrar las fuerzas emotivas con la ayuda de la razón; también es alcanzar una recta conciencia, es potenciar la cualidades y virtudes de la persona. Además una persona madura sabe reconocer sus debilidades y aceptar sus errores, pero sobre todo corregirlos y de ellos sacar sus fuerzas.
  1. Armonía interior.
Ante lo ficticio, superfluo y desechable; ante lo caótico y vertiginoso de la vida, urge sintonizar y meter en armonía a la persona. Esta es la tarea e impacto de la educación religiosos que lleva a la vivencia de la armonía interior, es la integración de todas las cualidades, es desarrollar todo un compendio de valores, que hacen de esta tarea algo verdaderamente no solo artesanal, sino una auténtica obra de arte.
Intelecto, ideas, memoria, imaginación, voluntad, emociones, todas las facultades humanas y espirituales hay que ponerlas en armonía y proporción. Es la lucha por la coherencia de la persona, la integridad del ser humano.
  1. Humaniza.
El utilitarismo ve al ser humano como objeto y no como sujeto, llegando a decir “vales tanto cuanto me sirvas”; una educación religiosa que no tenga presente el valor y dignidad absoluta del ser humano, lleva a una deshumanización. Por tal  motivo el impacto mayor es precisamente humanizar; es reconocer la grandeza de la persona en medio de la creación, es reconocernos los unos y los otros, dejando a un lado las desigualdades, las clases sociales, las brechas entre ricos y pobres., las fronteras, los muros, las ideologías.
  1. Construye el carácter moral.
Ante la búsqueda del placer por el placer que promueve el hedonismo, lleva a la persona a no ser dueña de sí misma, llevándola a un libertinaje moral y  a vivir esclava de sus propias pasiones, urge la formación del carácter moral.
En este sentido otra de las tareas de la educación religiosa en el desarrollo de la personalidad es precisamente el formar el carácter de la persona, que la hace dueña de sí misma, que se gobierna ante sus pasiones, sentimientos e impulsos; construye la moralidad de la persona haciéndola más libre, conciente y mas responsable, de su propio actuar en todas sus dimensiones. 
  1. Forma la conciencia.
Es alarmante como el mal hoy es disfrazado de bien, y la mentira de verdad; el subjetivismo moral hacen del actuar del hombre algo relativo, en donde se ponen en entredicho los valores, el bien, lo que es justo, lo que es bueno, verdadero y correcto.
Ante esto la formación de la conciencia moral  que ofrece la educación religiosa ayuda al hombre al conocimiento de la verdad y a la vivencia de su libertad, que tiene como por objeto el bien en sí mismo y por tanto el alcance de la felicidad.
  1. Forma en el amor.
Todos tenemos necesidad profunda de amar y de ser amado: “El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida carece de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y no lo hace suyo, si no participa de él vivamente” (Juan Pablo II, Redemptor hominis, nº 10).
San Agustín dirá: “El amor determina el peso de una persona” (Confesiones, cap. XIII, 10). El amor hace al hombre capaz de entrega, donación, sacrificio. Es parte constitutiva de la misma condición humana. Por eso en definitiva el impacto mayor de la educación religiosa es precisamente formar en el amor.
Conclusión
Con todo esto, sin lugar a dudas el desarrollo de la personalidad es un trabajo artesanal que requiere inteligencia, creatividad, sensibilidad, dignidad, pero ante todo un sentido profundo de lo religioso, que nos lleve a empeñarnos en poder ofrecer una educación religiosa desde la familia, escuela y sociedad.

sábado, 1 de octubre de 2016

“La importancia de la Oración”

1 de octubre de 2016, San Francisquito, Qro.

La Voz del Párroco, Boletín Parroquial Missio, n.5


Muchos de nosotros aprendimos a amar a Dios desde pequeños, cuando nuestros padres nos enseñaron a hacer la señal de la cruz, a rezar el Padre Nuestro y el Ave María, a encomendarnos a nuestro Ángel de la Guarda; hoy esta tarea la hacen los abuelos, particularmente las abuelitas, y esto en el mejor de los casos, pues cada vez se van perdiendo estas prácticas en las familias.

En este tiempo en que celebramos el mes del rosario es una buena oportunidad para tomar conciencia sobre la importancia de la oración, tanto personal, familiar como comunitaria.

Orar es disponernos a entablar una buena comunicación con Dios, que bien sabemos que nos ama, que nos escucha, que está atento a lo que hay en nuestro corazón; de ahí la importancia de dedicar tiempo a este diálogo en el que la escucha es fundamental, sobre todo de la Palabra de Dios; implementar los rezos que hemos aprendido o podemos aprender, como el Santo Rosario, que es una oración muy familiar, no solo porque se puede hacer en familia, sino porque nos acerca a contemplar la vida misma de Jesús, de la mano de María; orar nos da la posibilidad de sentarnos a solas con Dios y poder entablar una charla, que no se reduce a un monólogo, en donde yo sólo le hablo, sino que permito que me hable en medio del silencio de mi corazón.

Si aprendemos a orar (comunicarnos) con quien no vemos, con mayor razón aprenderemos a comunicarnos con quien está a nuestro lado, sobre todo entre esposos, padres e hijos, entre hermanos y por supuesto de manera comunitaria. Queridas familias esforcémonos por darnos el tiempo de manera cotidiana a la oración

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Párroco Divina Pastora.

Voz del Párroco

jueves, 1 de septiembre de 2016

“Fiesta en Familia”

1 septiembre de 2016, San Francisquito, Qro.

La Voz del Párroco, Boletín Parroquial Missio, n.4


En este mes de septiembre celebramos nuestra fiesta patronal en honor a Nuestra Madre María, en su advocación de la Divina pastora. Además recordamos 230 años de la construcción del Templo.

Es una oportunidad para celebrar nuestra fe y seguir siendo piedras vivas en la construcción, no sólo de nuestra comunidad, sino que les invito a reconstruir el tejido social, fortaleciendo a nuestras familias.

Esta es la clave de nuestras fiestas: La alegría de nuestra fe, pero siempre en familia. Recordemos y vivamos nuestras tradiciones, que aumente nuestra fe y piedad, pero sobre todo, vivamos en familia este acontecimiento.

La “Parroquia es Casa de todos”. Cuidemos nuestra casa, empezando por nuestro barrio, en familia, teniéndolo limpio, adornando las calles, embelleciendo nuestra casa, donde papá y mamá reúnan a sus hijos, platiquen, se den tiempo para estar juntos, compartir la vida trabajando, orando, celebrando, sobre todo su amor a Dios, a María y a su hijo Jesucristo.

Que estas fiestas patronales en familia sean una oportunidad para seguir reconstruyendo el templo, no sólo material, sino sobre todo espiritual, en Familia.

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Párroco Divina Pastora

Voz del Párroco

lunes, 1 de agosto de 2016

“María en la Vida Cristiana”

1 de agosto de 2016, San Francisquito, Qro.

La Voz del Párroco, Boletín Parroquial Missio, n.3


    Nuestra Parroquia es bendecida con la presencia de la Virgen María, que viene a marcar nuestra espiritualidad; no solo es nuestra Patrona la Divina Pastoral que celebramos el 8 de septiembre, sino que además la veneramos en su advocación de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, 15 de agosto.

Somos una comunidad mariana, no olvidemos las advocaciones de María como Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, del Pueblito y por supuesto de Guadalupe. La veneración que le profesamos a María, es porque es nuestra Madre, que está con nosotros y que por supuesto nos lleva al encuentro con su Hijo Jesucristo.

No olvidemos que el culto que damos a María es de veneración, y que Ella nos enseña a Adorar a Dios nuestro Padre y a Jesucristo nuestro Salvador. Ella, como fiel sierva del Señor, nos enseña a ser buenos hijos y buenos cristianos; sería contradictorio que nos digamos marianos y no tengamos como centro la Eucaristía y la adoración al Santísimo Sacramento.

Nuestro amor a María se refleja en nuestro amor a la Trinidad y por supuesto a nuestro prójimo. En este año de la misericordia, María nos enseña a ser misericordiosos; así como ella está atenta a nuestras necesidades, también nosotros debemos estar atentos a las necesidades de nuestros hermanos.

Queridos hermanos, que las fiestas próximas en honor a María Santísima sean una oportunidad para crecer en nuestra vida espiritual, en nuestro amor a Jesucristo, y en vivir la misericordia.

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Párroco Divina Pastora.

Voz del Párroco

viernes, 1 de julio de 2016

“De vacaciones…”

1 de julio de 2016, San Francisquito, Qro.

La Voz del Párroco, Boletín Parroquial Missio, n.2


Se acercan las vacaciones de verano para los estudiantes, son una oportunidad no solo para descansar, sino para aprender a aprovechar el tiempo libre. Es conveniente aprender a organizar nuestro tiempo para aprovecharlo al máximo; en donde se aprenda a combinar diversas actividades, no solo que nos entretengan sino que fortalezcan nuestro cuerpo y nuestro espíritu.

Las vacaciones se aprovechan para cambiar de actividad, no para no hacer nada. Son un gran reto para los papás, pues lamentablemente por las situaciones que hoy viven muchas familias afectadas por la cuestión económica y el trabajo, ven la escuela como una guardería que les permite trabajar, y al llegar las vacaciones se convierte en problema, pues quién va a cuidar a los niños.

Por eso es importante prever y organizar el tiempo, no para llenar de actividades y tener entretenidos a los niños, sino para enseñarlos a saber el uso de su tiempo libre: implementando actividades que favorezcan el bien de la familia en la casa, promoviendo la responsabilidad en el cuidado de la misma; promoviendo la convivencia fraterna con actividades que favorezcan el diálogo, el esparcimiento e incluso el entretenimiento (es importante regular el uso de la televisión, el celular y el Internet); las buenas lecturas o las actividades que favorezcan la creatividad en donde se puedan descubrir los talentos, y se tenga la oportunidad de expresarlos, sean culturales o deportivos.

El tiempo libre es oportunidad de cultivar el espíritu profundizando en la fe, aprender a orar y dedicar tiempo a Dios. Que tengan unas felices vacaciones de verano

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Párroco Divina Pastora
Voz del Párroco

miércoles, 15 de junio de 2016

"ANUNCIAR LA BUENA NUEVA DE LA FAMILIA Y EL MATRIMONIO UN CAMBIO DE PARADIGMA"

Ponencia en la Asamblea Mundial de la ICCFM
San Antonio Tx, USA.

“Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio”, esta es nuestra tarea, desde el inicio de la vida cristiana, que de manera incansable y sobre todo alegre estamos llamados a realizar como discípulos misioneros de Jesucristo.

Esta misión subyace como fundamento de toda acción, frente a las realidad que vivimos a lo largo de nuestra historia: con sus alegrías y con sus grandes desafíos. Que Cristo es la luz del mundo y que ha venido a iluminar todo lo que estaba en tinieblas, llenando de esperanza y de sentido de vida. En este sentido, el Plan de Dios respecto de la Familia y del Matrimonio, debe seguir anunciándose kerigmáticamente, anuncio gozoso (proféticamente) y testimonio heroico (hasta el martirio).

En otras palabras tenemos que seguir anunciando, celebrando y sirviendo al Evangelio del Matrimonio y de la Familia.

Ciertamente vivimos tiempos con grandes desafíos: entre luces y sombras, respecto de la familia y el matrimonio, que exigen respuestas y sobre todo “cómos”, particularmente en cuanto a la acción pastoral, en atención y acompañamiento a quienes más sufren. Se han hecho grandes análisis de la realidad, vemos la urgencia, incluso con gran creatividad se han propuesto acciones concretas de acompañamiento, que ofrecen procesos; aunque da la impresión de que nunca son suficientes o eficaces, pues la problemática se intensifica como un tsunami que nos arrastra, y que nos hace pensar en la poca eficacia de nuestra acción.

Por eso considero la urgencia del anuncio y del testimonio, de poder llegar a la médula, al fondo del corazón a través de la alegría del anuncio del evangelio del matrimonio y de la familia, de manera Kerigmática, que se puede vivir el encuentro con Jesucristo, suscitar esté encuentro, hacerlo desear, y esto se lograr, en primer lugar, como bien sabemos, por la misericordia de Dios, quien siempre “primerea”, es decir, Él es el que llama, Él es el que nos busca y encuentra, Él es el que sale primero; y en segundo lugar, nosotros, como instrumentos de su amor, quiene hemos vivido este encuentro con Jesús, salgamos a dar testimonio, a compartir la alegría de ser hijos de Dios, de ser discípulos. La palabras jalan, pero el testimonio arrastra.

Es necesario, que convencidos del Plan De Dios, nos preguntemos ¿cómo estamos dando testimonio las familias y matrimonio cristianos?¿somos conscientes de tan grande vocación?¿contagiamos la alegría de estar casados, de tener hijos, y de que estos son una bendición?¿que es posible educarlos? ¿que es posible vivir el amor conyugal hasta que la muerte los separe? ¿que es posible amarse en la buenas y en las malas?¿que tan valientes somos para hacer brillar la luz de Cristo en nuestros hogares? ¿cómo caminamos como familia a imagen de la Trinidad, de la Sagrada Familia de Nazareth?

Urge un testimonio vivo: Hay que anunciar que el matrimonio es una hermosa vocación, donde se vive la union conyugal y la procreación: engendrando y educando a los hijos. ¿Cómo anunciar esta alegría, esta buena nueva?¿y cómo testimoniarla?

ES NECESARIO UN CAMBIO DE PARADIGMA

Ante los retos nos presentamos de diversas formas:

1 Como jueces estilo fariseos y no misericordiosos: señalamos los problemas pero no las soluciones. Señalamos el mal y estigmatizamos: si es divorciado, si usa anticonceptivos, si es homosexual, si vive en situaciones “irregulare”, si tuviste un embarazo no deseado, si abortaste, etc. No podemos condenar sino acompañar con la lógica de la misericordia.

2 Caemos en un protagonismo narcisista, como los “solucionadores de los problemas”, obstaculizando el que las misma familias o matrimonios son los principales sujetos de cambio; los podemos tomar solo como objetos de nuestra misión. Se ha secuestrado a la familia y ella misma ha cedido su derechos.

3 Olvidarnos del Plan de Dios y concentrarnos más en los planes del mundo.

4 Ser reactivos y no propositivos.

5 No acomodarnos, creyendo que yo estoy bien y eso basta ¿a cuantos he motivado para casarse?¿Para formar familia? ¿para tener hijos?

6 Centrarnos mas en planes y estrategias para solucionar problemas, olvidándonos del verdadero anuncio.

7 Caer en puros sucesos y no en procesos.

8 ¿Cómo fascinar?

El Papa Francisco nos invita a este cambio de paradigma, hay que dar razón de nuestra fe, pero acompañando, ayudando a discernir. Nos dice que no hay familia perfectas, pero si perfectible. La importancia de los procesos. Los valores de la ternura, etc.

Mas que denunciar hoy urge anunciar, y este anuncio gozoso ya es un desenmascarar el mal y motivar al bien.

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Asesor Mundial de la ICCFM

miércoles, 1 de junio de 2016

“Missio”, nuevo boletín parroquial

1 de junio de 2016, San Francisquito, Qro.

La Voz del Párroco, Boletín Parroquial Missio, n.1


Saludos a todos los feligreses de nuestra comunidad Parroquial de la Divina Pastoral del Barrio de San Francisquito. Es un gusto presentarles “Missio”, el nuevo Boletín Parroquial, que será nuestro instrumento de comunicación para llevar a cabo nuestra misión evangelizadora, y hacer de nuestra Parroquia casa de todos.

La Parroquia “es, en cierto sentido, la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas” (Christifideles Laici, 26). Es la casa común, donde todos son bien acogidos, la “fuente de la aldea donde todos acuden a calmar su sed”, tal como lo describía SS. Juan XXIII. Es “el lugar de la comunión de los creyentes y, a la vez, signo e instrumento de la común vocación a la comunión”. (Christifideles Laici, 27).

La parroquia es el lugar de encuentro del cristiano, de las familias, en donde se da la comunicación fraterna de personas y de bienes. Las parroquias son células vivas de la Iglesia (Apostolicam Actuositatem, 10) y lugares privilegiados en donde las familias pueden vivir la experiencia de encuentro con Cristo y de su Iglesia. En este sentido no podemos prescindir del uso de los medios de comunicación en nuestra tarea como Iglesia, por eso estamos dando impulso a las redes sociales y hoy a los medios impresos.

Que todos estén informados sobre el ser y que hacer de nuestra comunidad, promoviendo una mayor participación y lograr una cohesión entre las familias y la sociedad. Es una forma de construir el tejido social, animando, informando y formando; esperemos que sea de gran utilidad este medio y que pueda llegar a cada hogar.

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Párroco Divina Pastora.

Voz del Párroco