martes, 19 de febrero de 2013

GRACIAS SANTO PADRE


Con gran sorpresa el mundo recibió la noticia de la renuncia de su santidad Benedicto XVI. Inmediatamente las redes sociales y los medios volcaron su mirada al Vaticano.

Las especulaciones comenzaron a surgir, cuando en verdad el Papa fue suficientemente claro en su mensaje, como para comprender los verdaderos motivos por los cuales dejaba el pontificado que sin duda nos deja una gran enseñanza de humildad y de amor por la Iglesia.

De humildad, al reconocer su fragilidad corporal mas no espiritual; lo que lo mueve no es el poder, como para eternizarse en un puesto de tan gran envergadura, sino el servicio a la Iglesia.

De amor por la Iglesia, pues a sabiendas de los grandes retos y exigencias del mundo, reconoce la necesidad de un nuevo Papa que tenga todo el vigor corporal y espiritual para gobernar, enseñar y santificar a la Iglesia.

Que nuestra sorpresa se transforme en agradecimiento por sus ocho años de pontificado, que sin duda, deja una gran herencia testimonial y magisterial. Es el momento de retomar y meditar en toda la enseñanza que nos ha dejado, particularmente para este Año de la Fe.

Como católicos unámonos en oración por S.S. Benedicto que se retirará a la vida contemplativa y pidamos por el próximo conclave para que los cardenales a la luz del Espíritu Santo disciernan sobre quien será el nuevo Sumo Pontífice que guiará a la Iglesia Católica.

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega

No hay comentarios:

Publicar un comentario