viernes, 4 de enero de 2013

La cuesta de enero y la Epifanía


LA CUESTA DE ENERO Y LA EPIFANÍA
Es de preocupar la cuesta de enero que afecta a las familias, que después de haber vivido las celebraciones decembrinas y festejado la navidad y el año nuevo, ahora “reyes”, se enfrentan a las deudas de tarjetas de crédito, prestamos, y pagos de impuestos, predial, tenencias, etc.
Es claro que, como muchos dirían: “lo bailado nadie no lo quita”, sin embargo, muchas de las veces empezamos el año cargados de preocupaciones financieras y nos resulta el mes de enero una verdadera pendiente, un “cuesta arriba”, que se prolonga a todo lo largo del año.
Esto sucede cuando nuestras fiestas solo las enmarcamos en el frenesí consumista que la sociedad nos presenta y que se aprovecha para vendernos navidad, año nuevo, reyes, etc., se pierde la conciencia de la austeridad, el ahorro, el saber administrar nuestro dinero (aguinaldos). Lamentablemente hacemos de nuestras celebraciones un “mercado” y se pierde el auténtico espíritu.
El consumismo se “manifiesta” cada vez más fuerte y poderoso, y que envuelve a las familias despojándolas, no solo de su dinero, sino de su espíritu.
Pero hoy, Jesús se manifiesta (Epifanía del Señor), desde el humilde y sencillo portal de Belén, es el Niño Jesús, que los Reyes magos adoraron y que con generosidad ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra.
Esta Epifanía (manifestación), viene a envolver a las Familias no para despojarlas, sino para enriquecerlas  de los dones divinos, viene a rescatar el auténtico sentido de nuestras celebraciones, nos libra del consumismo, nos sensibiliza en la solidaridad, nos forma en la austeridad, el ahorro y buena administraciones de nuestros vienes materiales y espirituales, en definitiva, viene a llenar los espíritus de esperanza y fortaleza para enfrentar cualquier “cuesta”.
Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega

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