jueves, 15 de junio de 2017

“El Cuerpo y la Sangre de Cristo”

Mensaje con ocasión del Jueves de Corpus

15 de junio de 2017, San Francisquito, Qro.

La Voz del Párroco, Boletín Parroquial Missio, n.13


La fiesta de Corpus Christi nos recuerda la belleza y grandeza del misterio eucarístico que Jesús instituyó en la última cena y que pidió a sus apóstoles "hagan esto en conmemoración mía"; la eucaristía es la presencia misma de Jesús, con su cuerpo y su sangre, para adorarlo y para comulgarlo.
Todos estamos llamados y movidos por el Espíritu Santo a "doblar las rodillas" ante la presencia de Dios mismo en su hijo, que se parte y comparte, para que todos le adoren como "dulce obligación de amor" (San Juan Pablo II); es importante dedicar tiempo para vivir la hora santa ante el Santísimo Sacramento, la visita al Santísimo, (como ayuda la adoración perpetua y la adoración nocturna).
La santa misa, sobre todo la dominical, es el momento del encuentro con el Señor que nos alimenta con su Palabra y con la Hostia consagrada, por eso es importante recordar lo siguiente:

1 Hay que prepararnos para ir a misa (a la primera campanada ya estar en el templo).
2 Guardar el ayuno: una hora antes no probar alimentos.
3 Dios quiere hablar contigo pero no por celular: "apágalo".
4 Ir en familia y que los niños pequeños no sea un pretexto para no ir a misa, que aprendan a distinguir entre ir a misa o al parque o de paseo u otro lugar, por eso no llevarle dulces, juguetes, ni llaves, ni monedas "para que se entretengan", lo importante es enseñarles a amar a Dios, a estar en misa, a escuchar, a cantar y a participar.
5 Escucha atentamente la Palabra, aún cuando se tenga la hojita dominical, que no convirtamos la misa en sala de lectura, hay que aprender a escuchar.
6 Comulgar: que nuestro deseo profundo sea comulgar, que no nos acostumbremos a estar en pecado: -busquemos estar en gracia de Dios;  ir con respeto, recogimiento y gran devoción, Y habiendo recibido al Señor, entrar en recogimiento y degustar el alimento recibido, presencia misma de Jesús en nosotros  para que alimentados y nutridos por tan santo alimento, tengamos la fuerza de dar testimonio y llevar a cabo la tarea que se nos da cuando el sacerdote nos invita diciendo "pueden irse en paz", para llevar la paz.

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega

Párroco de la Divina Pastora

No hay comentarios:

Publicar un comentario