NOCHE BUENA, NOCHE DE PAZ
La navidad es la noche buena, la noche de paz, puesto que
“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en
tierra de sombras, una luz resplandeció” (Isaías 9,1-3).
Ojalá que no pasemos “de noche” esta navidad, es decir, vacía, centrada sólo en una rica
cena, cuando muchos no tienen que comer; en solo regalos y “pachanga”, cuando
muchos sufren el abandono, la soledad, la enfermedad; por el contrario, que
ante el gran misterio del nacimiento del Hijo de Dios, eternicemos esta noche y
todos los días, en la paz que nos da Cristo, luz del mundo, y que tanto necesita
nuestro país.
Hay muchas obscuridades que ensombrecen y llenan de tristeza
nuestro mundo, es necesario dejar que entre la luz para iluminar nuestra vida y
la transforme en esperanza, gozo y aspiraciones; en la paz que todos anhelamos.
La navidad es la oportunidad de:
1º. Profundizar en nuestra fe.
La fe en Cristo que vino a
rescatar nuestra humanidad y a divinizarla.
2º Consolidar los vínculos familiares.
Indudablemente es una
noche familiar, y que a ejemplo de la Sagrada Familia, podamos hacer de nuestra
casa, el hogar donde se fortalezca la célula vital de la sociedad.
3º. Transformar nuestro entorno, construyendo la paz y
promoviendo la justicia.
4º. Silencio y contemplación, como los pastores de Belén,
que quedaron maravillados ante el hermosos paisaje que ofrecía la escena del portal.
5º. Reconciliarnos: que mejor regalo que el perdón, frente
al odio, los resentimientos y rencores.
6º. Solidarizarnos con el prójimo, particularmente con el
pobre, compartiendo lo que somos, sabemos y tenemos.
A todos les deseo una Feliz Navidad: noche buena, noche de
paz.
Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
23 de diciembre de 2012
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