A todas las familias Kolping.
Con gran alegría me dirijo a las familias Kolping para saludares y desearles la paz en nuestro Señor Jesucristo.
Con motivo del día de la Familia a celebrar el próximo 7 de marzo, les invito a reflexionar sobre la grandeza de la familia. Hoy más que nunca urge anunciar el Evangelio de la Familia y del Matrimonio, entendiendo la familia como el célula vital de la sociedad, formada por un hombre y una mujer, que por su amor mutuo deciden unir sus vidas en matrimonio y transmitir la vida, engendrando con responsabilidad los hijos y comprometiéndose en ser los primeros educadores.
La familia entendida así, viene a constituir el “patrimonio de la humanidad”. De ahí la gravedad de la situación que viven hoy las familias, en donde se ha olvidado o atentado contra su esencia, contra su identidad y su misión. Esto pone en grave riesgo a la sociedad, pues al lastimar al “núcleo vital de la sociedad”, se trastoca todo. Por eso, celebrar el Día de la Familia, es celebrar el matrimonio entre un hombre y una mujer; es celebrar a los hijos, fruto de su amor. Es tomar conciencia de la importancia de esta gran institución, y defenderla y salvaguardarla de todos los embates actuales que quieren destruirla o menospreciarla.
Es el momento de recordar como la familia es santuario de la vida, en donde los hijos se ven como “primavera de la sociedad”, y no como algo incómodo, como pretende hacernos ver la mentalidad anticoncepcionista y abortiva.
La Familia es la primera escuela, en donde papá y mamá, son los primeros y principales educadores de sus hijos; a los padres les corresponde educar a sus hijos de la mejor manera, en valores y principios; la educación sexual es fundamental en el hogar, pues es ahí la primera escuela de socialización, en donde se forma el carácter y la personalidad; jamás deberían los padres de familia derogar esta grave tarea a nadie, cierto que puede haber subsidios por parte del Estado, la Iglesia u otras instituciones, pero estos jamás podrán suplir tal responsabilidad.
Para nosotros los católicos, la Familia, es la “pequeña iglesia”, “iglesia doméstica”, en donde se forma a los cristianos para que puedan ser constructores de la sociedad y favorezcan el crecimiento de la Iglesia. En la familia se transmite la fe, se vive y se celebra. Recordemos las palabras del Siervo de Dios, de feliz memoria, SS Juan Pablo Segundo: “Familia se lo que eres, vive los que eres, celebra lo que eres”.
Que nuestra madre Santa María de Guadalupe, proteja y bendiga a todas nuestras familia.
Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega
Asesor Nacional Kolping México